Pensar en los demás. Premios Otaex 2019.




El pasado lunes 16 de diciembre de 2019 se entregaron los premios OTAEX a la Accesibilidad Universal. Junto al Ayuntamiento de Cabeza del Buey en aiuEstudio tuvimos la gran fortuna de resultar agraciados con el Primer Premio en la categoría de Urbanismo y Medio Ambiente por la obra de reurbanización de la Calle Cruz de dicha localidad. Nos consideramos unos afortunados por recibir esta mención, no tanto por el premio en sí, merecidísimo para el Ayuntamiento de Cabeza del Buey —solo ellos junto a nosotros sabemos las dificultades que esta intervención supuso afrontar y que tuvimos que resolver para lograr la accesibilidad universal de una calle con una topografía compleja, de un uso intensivo y que conforma el corazón comercial y social de Cabeza del Buey—, sino por las circunstancias que, asociadas a este premio, implican para nosotros: pensar en los demás. Nosotros lo hacemos con nuestro trabajo, día a día, solo conocemos ese verbo: trabajar y lo repetimos constantemente: trabajar, trabajar y trabajar. El oficio de arquitecto es básicamente eso: trabajar pensando en los demás. Se trata de un ejercicio intelectual enrevesado, extraño, incomprensible en ocasiones e incomprendido la mayoría de las veces que supone un esfuerzo ímprobo de suposiciones, alternancias e innumerables diseños que deben resolver innumerables problemas, todos ellos supuestos y poco contrastados por más que se desarrolle una diagnosis exhaustiva del hecho a resolver. Se trata de un esfuerzo que solo encuentra gratificación en este tipo de reconocimientos que agradecemos sinceramente y que queremos hacer extensible al resto de premiados.

No somos iguales. Nunca lo fuimos y nunca lo seremos. La diferencia forma parte de nuestra idiosincrasia como sociedad y como seres humanos, tanto la física como la mental, solo que, a veces, nos olvidamos de que esas diferencias existen y puede concurrir en situaciones anómalas en las que lo que nos rodea nos discrimina precisamente por la existencia de esas diferencias. Curiosa paradoja contra la que hay que luchar, la que, al tiempo, genera y crea nuestro desarrollo como sociedad, pero provoca segregación, aislamiento y exclusión como consecuencia de algunas de estas diferencias. Es inaceptable, absolutamente inaceptable. El problema existe, nadie puede negarlo y la solución nos incumbe a todos, absolutamente a todos, no solo a las administraciones que, lógicamente, deben erigirse como adalides de esta lucha contra la desigualdad, sino a cada uno de los miembros de la sociedad porque todos somos distintos y todos podemos sufrir en algún momento exclusión social como consecuencia de nuestras propias diferencias existentes o por existir.

Estos premios son el catalizador que la sociedad necesita para pasar de la contemplación a la actuación. No valen remilgos, no sirven las excusas. Hay que actuar. Tu diferencia de hoy puede ser mi diferencia de mañana y, aunque solo sea por egoísmo, no quiero para mí mañana lo que hoy te ocurre a ti. La sociedad no puede permitirse esta discriminación y gracias a la actuación de organismos como la OTAEX —Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura— estas diferencias cada vez son menos apreciables y, además, es de justicia reconocer la labor de concienciación de la sociedad que desarrolla la OTAEX: es inconmensurable, ojalá pudiera incrementar su presencia mucho más para remover nuestras consciencias y alcanzar el objetivo de la plena inclusión para todos en nuestra sociedad.

Rosario Torres, vecina de Alvarado, pueblo de colonización de la provincia de Badajoz, nos contó el otro día en la entrega de premios que sus dos hijas —presentes en el acto y que mostraban, al igual que su madre, una valentía y una entereza como solo alguien que ha sufrido y sufre lo que esa familia, puede mostrar— sufren un trastorno neurológico que les impide moverse sin sus sillas de ruedas, esta es su diferencia y les imposibilita hacer una vida normal. Ella luchó por sus hijas y logró parte de lo que necesitaban para que pudieran tener una vida mejor, igualdad de oportunidades con respecto a quienes no tienen esa diferencia y alcanzar esa plenitud a la que todo ser humano aspira. Con su esfuerzo, con su trabajo, con su tesón consiguió paliar esas diferencias parcialmente. Es algo posible, pero requiere compromiso. Solo nos pidió a todos que nos parásemos cinco minutos a pensar, solo cinco minutos. No es nada, pero puede serlo todo. Pensar en los demás es nuestra obligación. Eliminar las barreras que discriminan a las personas por sus diferencias es inexcusable para una sociedad moderna como la que decimos tener. Aprendamos de Rosario: parémonos a pensar.



Enhorabuena a la OTAEX por su trabajo, seguid enseñándonos. Enhorabuena a los premiados. Enhorabuena al Ayuntamiento de Cabeza del Buey, en especial a su alcaldesa, Ana Belen Valls Muñoz, muy comprometida con esta causa. Enhorabuena al equipo de aiuEstudio, entre los que me encuentro, por el esfuerzo que cada día hacemos pensando en los demás.


Fotografía de la Asamblea de Extremadura.

Paneles presentados a la candidatura:



En Mérida a 22 de diciembre de 2019.
Rubén Cabecera Soriano.
@EnCabecera