En los brazos de Marianne.





Los ángeles ya no rezan por nosotros
ya no tenemos que volver a empezar
tu amor no se esconderá más,
estoy contigo Marianne.

Se acercó caminando sobre el agua
él fue quien me trajo a ciegas
creo que era un marinero,
estoy contigo Marianne.

Tu belleza ya no me deslumbra
formo parte de ella
nos tocaremos con la mente,
estoy contigo Marianne.

En mí siempre confiarás
ya no me alejaré de ti
te veo en el espejo de mi alma,
estoy contigo Marianne.

No podremos separarnos nunca
tu nombre permanece en mí
y jamás volveré a estar solo,
estoy contigo Marianne.

Bailaremos un vals, pero el amor no se acabará
sujétame con tu mano, ahora desnuda
y dejemos sonar ese perfecto violín,
estoy contigo Marianne.

Mucha gente vendrá
y se unirá a nuestro amor
como nosotros hemos hecho,
estoy contigo Marianne.

¿Quién nos ha llamado?
¿acaso tú lo sabes?
¿acaso dijo sí?,
estoy contigo Marianne.

Somos libres Marianne,
por fin somos libres
ya no tengo miedo,
estoy contigo Marianne.

Ahora gritaremos juntos: ¡Aleluya!
Esa será nuestra plegaria
a la que acompañará en silencio un acorde trémolo,
estoy contigo Marianne.



Imagen: Rama


En Mérida a 13 de noviembre de 2016.
Rubén Cabecera Soriano.
@EnCabecera