Si la pregunta es si te quiero, la respuesta es Por supuesto.
Si la pregunta es si te amo, la respuesta es Desde luego.
Si la pregunta es si te deseo, la respuesta es Sin duda.
Si la pregunta es si confío en ti, la respuesta es De todo corazón.
Si la pregunta es si comparto mi vida contigo, la respuesta es Claro.
Ahora bien, si a todas esas preguntas le añades Como antes, la
respuesta es No. Hemos crecido juntos, madurado juntos, vivido juntos, sufrido juntos,
caminado y tropezado juntos; hemos construido nuestra rutina y creado nuestra
propia familia. Todo eso te cambia, te convierte en una nueva persona, así que
si lo que me preguntas es si te quiero, si te amo, si te deseo, si confío en
ti, si comparto mi vida contigo, como antes, la respuesta es No. Ahora es
distinto, con nuevas dificultades, con nuevos desafíos y amenazas, con nuevos
duelos, con nuevos sufrimientos, con nuevas caídas y decepciones, pero ahora es
mejor, porque hemos aprendido a hablar a pesar de las dificultades, a compartir
a pesar de las decepciones, a levantarnos a pesar de las caídas, a ser felices
a pesar de los sufrimientos. Ahora sabemos luchar por ser felices, conocemos
las armas que nos ayudan a lograrlo. Solo tenemos que utilizarlas porque cuando
la pregunta es si te quiero, si te amo, si te deseo, si confío en ti, si
comparto mi vida contigo, la respuesta es Sí.
Imagen: www.desmotivaciones.mx
En Mérida a 20 de septiembre de 2016.
Rubén Cabecera
Soriano.
@EnCabecera