De la música.



Siempre he pensado que la música fue creada por la naturaleza, no por el hombre que se ha limitado tan solo a recoger los sonidos, moldearlos, transcribirlos y ordenarlos para que le sean comprensibles y de agrado, utilizando las precisas reglas de la matemática que subyacen en cada composición musical y creando un lenguaje que permite la lectura y la interpretación de esa música. A pesar de ello, reconozco que lo ha hecho maravillosamente y que esa circunstancia no quita mérito ni menoscaba la creación humana que es única y excepcional.

Cada día la naturaleza arrebatará tus oídos con una nueva melodía. Cada día oirás cosas hermosas que te conquistarán el corazón. Unas te las ofrecerá esa misma naturaleza y otras las habrá creado el hombre. Aprovéchalas, disfrútalas, siéntelas. La música te hará volar, te permitirá soñar, te provocará dolor, te producirá alegría, te llevará a mundos increíbles, te abrirá puertas cerradas y te cerrará puertas abiertas. La música te ayudará a desarrollar tu sensibilidad, lo sé porque te he visto escuchando música y tus oídos colmaban tus sentidos, tu vista, impasible, imperturbable, apenas si te permitía pestañear para no perderte un solo movimiento de los músicos, pareciera que vieses las notas saliendo de los instrumentos y flotando en el aire hasta llegar a ti; la boca entreabierta permitiendo la justa reverberación de los sonidos en tu interior; tus manos apenas rozándose para captar las vibraciones que el aire transmitía hacia ti; tu cuerpo casi levitando ante el embriagador cúmulo de notas musicales. Te he visto sentir frío cuando la música te daba frío y calor cuando te daba calor.

La música debe formar parte de ti, te hará mejor persona, te ayudará, te entenderá cuando la entiendas. Aprende de ella para aprender de ti. Te aseguro que no te acorralará el tedio, el aburrimiento porque escuches música, ni tan siquiera si repites una y otra vez la misma composición, y cuando creas que ya no más, que nada te puede aportar, descubrirás un nuevo matiz que despertará en ti una nueva inquietud y necesitarás volver a escuchar esa música.

La música es evocadora. Ahora escuchas música. Mañana, cuando vuelvas a escucharla, todo tu ser se trasladará a este momento de hoy. Estarás nuevamente aquí, aunque apenas recuerdes el día, aunque apenas recuerdes el instante. Sentirás esas sensaciones y rememorarás esas emociones. Eso es algo que tu mente sabe guardar y que no querrá borrar, a pesar de que las imágenes que viste, los objetos que tocaste o las cosas que probaste pasen al olvido. La música, la música que escuchaste, te las recordará. Por eso la música es tan importante, porque es un registro de tu vida. Un registro en el que se inscriben sensaciones, sentimientos provocados por ella misma o indisolublemente vinculados a tu estado de ánimo. La música y tú estableceréis una simbiosis muy poderosa, indestructible, que te permitirá regresar cuando lo desees adonde lo desees. Solo permíteme un pequeño consejo: elige bien la música. No me atrevo a decirte que toda vale, porque para mí no toda vale. Hay músicas que no lo son, a pesar de que otros así las consideren, pero esto, como digo, es una opinión personal, demasiado personal como para ahondar en ella. Por ahora solo puedo pedirte que confíes en mí, confía en que la música que escuchas no forma parte de ese grupúsculo que no considero música, porque solo es una asociación redundante de sonidos perniciosos que retumban en tu oído fijando únicamente un ritmo atroz que olvida la melodía y se desentiende de la armonía.

Disfruta de la música, todo lo que puedas.


A mis hijos.

Imagen: Fragmento de la partitura de El invierno, 2º movimiento (Las Cuatro Estaciones, Antonio Vivaldi), http://escuelapedrerahuertas.blogspot.com.es/



Madrid a 3 de julio de 2016.

Rubén Cabecera Soriano.